Protocolo para la documentación gráfica de los marcos, por R.M.A.




“Sólo doy por concluidas mis obras cuando las veo enmarcadas”
Vincent van Gogh


Resumen
: Este proyecto pretende abordar la problemática suscitada a la hora de documentar un bien muchas veces olvidado como lo es el marco, partiendo de la experiencia adquirida durante la elaboración del catálogo de los marcos conservados en el museo diocesano de la catedral de León.
Palabras clave: marco, protocolo, documentación gráfica, fotografía, dibujo.
Abstract: This project aims to address the problems raised when documenting a cultural asset often have forgotten like is framework, based on the experience gained during the development of the catalog of the frames preserved in the Diocesan Museum of the León Cathedral.
Key words: framework, protocol, graphic documentation, photography, drawing.


Introducción

La falta de valoración que han tenido los marcos es el problema fundamental con el que debemos lidiar, esta cuestión se traduce –en el campo que nos compete- con la falta de documentación acerca de ellos; si las reseñas históricas ya son breves, imagina su documentación gráfica.
A la hora de documentar una obra de caballete nos encontramos con obras desmontadas de sus enmarcaciones, sometiendo al marco a lo meramente funcional.
En los últimos años parece que se quiere desvelar esta manifestación artística olvidada, aportando importantes estudios como El marco en la historia del arte, que Eugenio Herranz, artesano y especialista en el tema, escribe en 1969, dejándonos el primer documento que se publicó en España.
En estas páginas proponemos un protocolo para la documentación de los marcos, como resultado de la experiencia adquirida durante la elaboración del catálogo de los marcos conservados en el museo diocesano de la catedral de León.
El proceso esencial para conseguir su puesta en valor es realizar un registro de la información documental referente tanto al marco como a la pintura que enmarca. Es importante subrayar que todo este proceso debe conservarse junto a la obra ya que formará parte de su memoria artística.
Respecto a la información visual, se propone el registro por medio de tomas fotográficas así como la realización de dibujos y esquemas detallados.
La documentación fotográfica va a permitir una identificación directa del objeto, evitando la manipulación innecesaria y/o excesiva. Con vistas a la realización de un catálogo las diversas tomas fotográficas que proponemos permitirán reunir, analizar y comparar los diferentes marcos. Por tanto, como objetivos de este tipo de registro se pueden señalar: Identificar el objeto más allá de la mera estética de la imagen, manteniendo la función descriptiva y exhaustiva de la toma; facilitar el conocimiento y la difusión de los marcos mediante la publicación de las imágenes; como medida preventiva, para evitar la sobreexposición a su manejo, de forma que los investigadores interesados podrán realizar sus estudios sin necesidad de volver a manipular la obra, con  los riesgos que ello conlleva; y preservar su memoria histórica, los marcos han sido descontextualizados y mutilados durante décadas, por ello la documentación fotográfica se hace indispensable en su memoria, bien es cierto que los cambios de enmarcaciones que se han realizado a las obras también forman parte de su historia (de la obra pictórica en este caso) y del gusto estético del momento. Debido a esta inexistente documentación, puede que nunca conozcamos el aspecto de un cuadro tal y como fue concebido por su pintor, con su marco para hacer lustrosa la pintura, un interés que quedó patente en esta carta de Poussin a Chantelou escrita en 1639, en la que se aprecia claramente la importancia que da el pintor al marco y a su elección:
Os advertiré tan sólo de que os envío vuestro cuadro del maná por medio de Bertholin, correo de Lyon […] Cuando lo hayáis recibido, os suplico que si lo encontráis bueno lo adornéis con un marco, pues lo necesita, a fin de que contemplándolo desde cualquier ángulo los rayos del sol sean retenidos y no se esparzan hacia fuera recibiendo la influencia de otros objetos vecinos que viniendo mezclados desordenadamente con las cosas pintadas confundan la vista […] sería muy apropiado que dicho marco fuese dorado de oro mate muy sencillamente, pues éste se adecua muy delicadamente con los colores sin ofenderlos[…] Debe ser colocado algo por encima de la línea de los ojos (Stoichita, 2000:62).

A la hora de realizar este proceso se debe tener en cuenta a quién va dirigida esta información para poder elegir el nivel de registro adecuado, ya que este podrá variar en función de la finalidad de la documentación. A este respecto, si la finalidad de nuestra fotografía es la identificación del marco tendrá unas características más generales, en cambio, si lo que queremos es registrar el proceso de ejecución de la pieza en sí se deberá detallar cada proceso, lo mismo ocurrirá en el caso de querer registrar una intervención de restauración.

Protocolo para la documentación gráfica de marcos, un caso práctico

  • Protocolo para la realización de fotografías: Planificación del trabajo.

  1. Planificar el trabajo de selección y acceso de los marcos.
  1. Obras enmarcadas en el museo catedralicio de León, del gótico al siglo XIX-XX.
  2. Propuesta al obispado.
  3. Orden por salas/épocas.
  4. Permiso (vitrinas/descolgado).

  1. Determinar el número de marcos que van a integrar el registro.
  1. Asignándole un número de registro a cada marco, de forma que permita su fácil identificación. Nunca se debe utilizar un nombre que haga alusión al objeto. Este número acompañará a todas las tomas de detalles, con la numeración establecida para realizar la base de datos correspondiente (Nagel Vega y Fernández Luco, 2008).

  1. Fotografiar las cartelas de manera que sea posible y certera la identificación.

  1. Tener claro el número de vistas y detalles que son necesarios para su correcta documentación e identificación, y así amortizar el tiempo en el momento de realizar las tomas. Este número puede variar en función de las posibilidades y características de cada marco, si se descuelga y podemos acceder al reverso, sus dimensiones, el número de elementos de los que está formado, la complejidad de su decoración, etcétera.
Como norma general: anverso, reverso y detalles. Las fotografías de detalle están compuestas por los elementos ornamentales, constructivos, de articulación, cerramiento y suspensión, las marcas e inscripciones, refuerzos y ensambles, y los procesos de deterioro que haya podido experimentar (alabeos, termitas, restauraciones anteriores...).




  1. Contar con el personal necesario para la correcta manipulación de los marcos.
  1. El fotógrafo.
  2. El conservador del museo.
  3. El encargado de la colección.

  1. Preparar los materiales necesarios que se van a usar.
  1. Trípode.
  2. Cámara con funciones manuales.
  3. Tipos de objetivos básicos: existen tanto focales fijas como variables o zoom. Las focales fijas sólo permiten disparar con una distancia focal. Mientras que las focales zoom permiten variar la distancia focal sin necesidad de cambiar el objetivo.

i.   Gran angular: con focales entre los 18 y 35mm, con ángulos de visión que van de los 180º a los 63º. No es aconsejable porque suele producir deformaciones    en los bordes.

ii.  Estándar o normal: suele dar un ángulo de visión muy parecido al del ojo humano, esto es, unos 45º. Y además no produce distorsión alguna, lo que lo convierte en el más adecuado. Lo normal que sean de 50mm. Son los más luminosos pudiendo llegar a una apertura de 1.4f.  

iii. Teleobjetivo: se utiliza para acercar la imagen al fotógrafo. El ángulo de visión es bastante reducido en este caso, de 30º para abajo, con unas distancias focales que pueden ir de los 70mm en adelante.

iv. Macro: están preparados de forma específica para poder fotografiar desde muy cerca (permiten el enfoque hasta a un centímetro del objetivo). Ideal para la captura de detalles.

  1. Filtros para la lente de la cámara.
  2. Disparador con cable o remoto.
  3. Escalas, guías de color, escala de grises.
  4. Focos, como mínimo 2: luz principal y luz de relleno.
  5. Fondo infinito.
  6. Soportes para mantener sujeta la obra poniendo especial cuidado en su correcta manipulación (elementos auxiliares).
  7. Material de embalaje donde poder apoyar la obra.
  8. Escalera, en el caso de no poder descolgar las obras.

  1. El lugar donde se vayan a realizar las tomas debe ser amplio y despejado, si disponemos de un estudio éste sería la mejor opción; sino las tomas se realizarán in situ en el lugar de exposición, más adelante explicaremos cómo debemos actuar en ambos casos.

  1. Determinar la iluminación que requiera cada marco en función del emplazamiento y la iluminación que ya posea su lugar expositivo.

  1. Utilizar un fondo infinito de color neutro es lo más aconsejable, de un tamaño suficiente como para que deje respirar a la obra dentro del encuadre de la fotografía.

  • Tres casos de toma fotográfica: en el estudio, en la sala y en la vitrina.

La calidad de la fotografía se determina en gran medida por el ISO seleccionado para realizar la toma, contra más bajo sea este número menos ruido tendrá la imagen, por ende más calidad.
El tipo de archivo más aconsejado para capturar la imagen es el RAW ya que almacena toda la información de la toma aportando grandes posibilidades a la hora de corregir la fotografía en el ordenador. Lo que siempre se debe evitar es utilizar formatos comprimidos como el JPG para poder obtener una mayor definición y versatilidad en la imagen.
Después nos dispondremos a colocar y comprobar los sistemas auxiliares para sujetar la obra, -y el trípode de la cámara- así aseguraremos que la captura realizada sea nítida. Hay que verificar que el marco está paralelo a la cámara; en el caso de que la obra esté colgada y separada por la parte superior de la pared, se deberá medir el ángulo de inclinación que posee respecto a la pared e imitar esta inclinación con el trípode.
Encuadrar la escena manteniendo el diafragma lo más cerrado posible que nos permita nuestra lente, para que el marco esté enfocado en su totalidad, para conseguir mayor profundidad de campo; este parámetro es muy peligroso cuando la fotografía se realiza de cerca, como cuando se recurre a un macro, ya que perdemos nitidez, teniendo que sacrificar la profundidad de campo en favor de la calidad. Lo ideal son objetivos con poco angular para evitar deformaciones en los bordes de la imagen.

  • Iluminación: aspectos a tener en cuenta.

La fotografía se basa en capturar la luz que alcanza a un objeto y su capacidad para reflejarla, en consecuencia el fotógrafo debe controlar este fenómeno (Santalices.net, 2016).
Lo primero que debemos hacer justo antes de realizar la toma es el balance de blancos, esto ajustará nuestra cámara a la iluminación del entorno, evitando los predominantes de color que emiten algunas fuentes de luz. Si nos encontramos en el emplazamiento expositivo de la obra enmarcada, este punto va a ser de los más importantes dado que este ya tiene su propia iluminación y suele estar compuesta por diferentes fuentes de luz que reforzaremos con focos; por el contrario, si el marco se encuentra en un estudio podremos definir de antemano el tipo de iluminación (Rodriguez, 2016).
Se debe comprobar en cada disparo que los volúmenes y las texturas registradas son correctas, y a su vez comprobar la posible aparición de sombras duras, las cuales corregiremos con la luz de relleno, así como el correcto silueteado que forma el marco sobre el fondo. Si alguno de estos aspectos falla, la imagen nos aportará una falsa lectura del objeto, distorsionándolo. Por lo que se debe disponer la iluminación en función de las necesidades de cada marco.
El esquema básico de iluminación siempre será una fuente de luz principal que ilumine el objeto de interés y otra de relleno que destaque los volúmenes y las texturas. Cabría la posibilidad de añadir una tercera fuente de iluminación, la cual apuntaría al fondo recortando la silueta del marco haciendo más evidente su figura. Si la obra es de grandes dimensiones y no hay posibilidad de moverla de su lugar de exhibición habrá que tener en cuenta la iluminación museística (general), el ángulo de caída de esta luz está en 30º (Bernal Rosso, 2011).
En este caso deberemos tener en cuenta: el marco (la obra), el entorno cercano a la misma y su periferia. Estos tres aspectos deben estar perfectamente equilibrados a la hora de realizar la fotografía, ya que la luz cae sobre ellos de diferente forma. Para que la medición de luz sea la correcta debe haber una relación de 10:3:1 respectivamente (Bernal Rosso, 2011).
Para controlar la reproducción del color las fuentes de luz más recomendadas son los halógenos, y se deberán usar tarjetas de color al lado del objeto a fotografiar. Esto permitirá calibrar los colores al tratar las imágenes por medio del Photoshop (Hugorodriguez.com, 2016).

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